Braulio, el enano de jardin...
Llego todas las mañanas, justo a tiempo para reemplazar a francisco, el del turno noche, comprobo si todo estaba bien, arreglo su barba, acomodo su gorro en su larga cabeza (acaso no sabian que los enanos de gardin usan gorro largo porque asi tienen la cabeza), estiro los musculos, dio unos saltitos al estilo boxeador y se puso en posicion, firme como un soldado, ojos bien abiertos y con mirada perdida y una estupida sonrisa de nada. Asi empezaba otro dia en la vida de Braulio. Nacido en el año 1900, de padre holandes y madre argentina, de 5ta generacion de los enanos de los jardines de tulipanes, Braulio habia empezado a trabajar en esta modesta casa de barrio, a la vuelta de la plaza donde la calle hace una curvita, hacia ya un par de años. Trabajaba de lo que hace todo enano de jardin, no, de adorno no, de experto un estetica, cuidado de plantas, animales y niños. Si asi como lo ven, con cara de papa pitufo y parado todo el dia es el encargado de hablarle a las plantas para que crezcan mas lindas, charlar con el perro para que ladre a quien pasa y no le mee las plantas, y cuidar al bebe cuando salga que no coma ninguna lombriz u hormiga colorada. A los 108 años, la flor de la edad para un enano de jardin (es como tener 21 mas o menos en edad humana), le paso lo que todo los de su raza teme, un accidente laboral. Resulto que llego el tio Mario llegó a la casa, Shanti, la labradora, se puso contenta de mas y le pego a Braulio, que fue rodando hasta chocar con la reja. Su grito fue tan fuerte, que el perro ladro llorando, las margaritas giraron de repente a su direccion y el bebe empezo a llorar sin explicacion alguna para sus padres.
Braulio, adolirido, pero sin perder su sagrada posicion, se dio el permitido de mover un ojo para examinar los daños. Se le habia saltado un pedazo de la rodilla y se le habia despegado la mano izquierda. Por suerte su sombrero de trabajo protegio su conica cabeza. –Bueno; dijo resignado, espero que se den cuenta rapido, si salgo muy tarde no voy a poder ir a comprar la gotita para pegarme las partes. cuando salio el dueño de casa a despedir al tio que habia causado el problema, este lo vio, lo levanto lo sacudio y lo para al lado de las margaritas y la maseta en forma de carretilla. Las margaritas lo acariciaban con sus petalos, Shanti no sabia como pedirle perdon y el bebe, entre gagas y gugus le dijo que iba a estar todo bien.
Llego el anochecer, se acercaba el fin de su turno, deserigidizo (accion de hacer perder rigidez a algo) su barba, estiro los musculos, cargo en un papel de caramelo de miel sus pedazos faltante y los guardo. Cuando Francisco llego, Braulio le dijo: -Macho, malas noticias, francico lo entendio, tomo una piedra, se raspo la rodilla y se arranco su mano izquierda, tomo posicion y empezo su tarea.
Braulio, partio hacia su mundo, compro la gotita en un negocito que estaban cerrando, se pego las partes y al amanecer estaba de nuevo en carrera. Francisco lo miro, se sacudio, no sin antes decir: -Macho, tengo malas noticias. Braulio ya tenia una piedrita en la mano...
(El dibujo fue hecho por una araña artista, un dia de otoño)