Desolación....
Parece que estuviste inconsciente, no sabes por cuanto tiempo, pareció poco, pero muy probablemente fue mucho, lo último que recodas es que estabas luchando en una gran batalla. La visión es borrosa y de a poco te incorporas, estas adolorido, pero no te detienes aun a revisarte, solo te quedas mirando cómo se aclara tu panorama. Ves el campo de batalla, y te percatas de la desolación que existe, no sabes si alguien gano, ni siquiera recuerdas de qué lado estabas, solo ves la desolación. Tu cuerpo empieza a arrojar sensaciones, empiezas a sentir las heridas, algunas sangrando todavía, tus manos desechas de la batalla, tu cuerpo cansado, tu espada mellada y tu armadura destrozada.
Llego el momento de abandonar ese lugar, no quieres detenerte a analizar las perdidas, solo recordás que luchabas por una causa que valía la pena, y esas pérdidas fueron necesarias y no es momento para arrepentirse. Y así, tomando tus pocas pertenencias y con dificultades, te alejas del campo de batalla, solo, pensativo, dejando atrás la desolación.